Qué es el complejo de inferioridad

complejo-de-inferioridad

QUÉ ES EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD Y CÓMO PUEDE AFECTAR A LAS PERSONAS

Características del complejo de inferioridad

El complejo de inferioridad es es uno de los complejos psicológicos más comunes en consulta hoy en día.

Aunque depende en gran medida de la gravedad de quien lo padece, la persona puede llegar a generar pensamientos y comportamientos muy limitantes que interfieren en su día a día debido a una grave distorsión respecto a las capacidades y/o aptitudes personales.

El/la afectada, del mismo modo, puede pensar que estas capacidades individuales que infravalora, también son percibidas de igual forma en el exterior, por lo que es habitual concluir que, si yo pienso que no valgo para nada o que soy inferior, el resto de las personas también vayan a pensarlo.

A lo largo de nuestra vida, es posible que todas las personas, de un modo u otro, nos hayamos visto afectadas por este problema tan común e instaurado en nuestra sociedad ya que, en muchas ocasiones, tendemos a educar en la comparación.

No es nada raro que nos hayamos sentido inferiores respecto a alguien desarrollando alguna actividad, con las calificaciones en el instituto, practicando algún deporte…

No supone un problema grave cuando este sentimiento de inferioridad se diluye y está asociado a alguna actividad concreta pero si de lo contrario, se convierte en algo persistente donde la persona siente esa sensación constante, puede llegar a ocasionar un nivel de sufrimiento muy alto que hace que cambie su vida por completo.

complejo-de-inferioridad

Síntomas del complejo de inferioridad

Para conocer en mayor detalle el complejo de inferioridad, vamos a describir algunos síntomas con los que es posible que te hayas sentido identificado en algún momento de tu vida.

  • Falta de confianza en sí mismo y en sus capacidades
  • Baja autoestima, reflejada en la mayoría de facetas de su día a día.
  • Creencias limitantes de ti mismo: soy inútil, no valgo, soy un fracaso, soy inferior…
  • Dificultad en la toma de decisiones y dependencia a que otros las tomen por ellos.
  • Tendencia a buscar reconocimiento o validación en los demás.
  • Locus de control interno. Tendencia a echarse la culpa de todo lo que le pasa, a menospreciar sus logros y realzar los del resto.
  • En ocasiones, puede sentir fobia a contextos sociales o laborales.
  • Falta de asertividad, debido a la incapacidad para poner límites, mostrar enfado, decir lo que piensa…

El origen del complejo de inferioridad

En numerosas ocasiones, los pacientes que vienen a consulta se plantean el origen de lo que les pasa. En el caso del sentimiento de inferioridad, cualquiera puede ser vulnerable de padecerlo.

En algunas ocasiones, se trata de un complejo físico por el que has podido ser señalado en tu etapa adolescente, como ser más bajo, tener sobrepeso, llevar gafas o cualquier rasgo que pudiera hacerte diferente (que no inferior).

La forma que tiene el cerebro de defenderse de esa situación, a menudo es decirse que ese rasgo/característica que te define, al ser motivo de burla o excesiva atención, te hace inferior.

Pueden existir otras situaciones que desencadenen en si este sentimiento: a menudo, la comparación entre hermanos, primos o miembros de tu misma familia, hacen que puedas llegar a sentir vergüenza por no conseguir lo mismo, no llegar a ser “tan bueno” como deberías serlo o incluso llegar a desarrollar sentimientos de envidia, por ejemplo: tengo envida de mi hermana porque es más sociable que yo, siempre cae mejor a la gente y siempre prefieren estar con ella antes que conmigo.

Uno de los elementos protectores que pueden frenar exponencialmente este sentimiento de inferioridad en un futuro es la educación que nos aportan las figuras de referencia.

Los padres, el entorno familiar y el escolar, son factores determinantes ya que tienen la capacidad de transmitir al menor las cualidades que van a ser fundamentales el día de mañana.

En ambas situaciones, podemos observar un denominador común, y es que, en mayor o menor medida, la persona se ha sentido humillada o le han transmitido, de manera directa o indirecta (por comparación) que era inferior por la presencia o ausencia de alguna característica, lo que le lleva a focalizar parte de su preocupación y ansiedad en ella.

También es probable que en su entorno haya existido una actitud muy crítica, muy autoritaria o, de lo contrario, centrada en la inseguridad, el miedo y la incertidumbre.

Si de lo contrario, un niño es educado de manera afectiva y estimulante, se refuerza el proceso y no el resultado (cómo se ha sentido, si considera que se ha esforzado lo suficiente, etc.).

Se le enseña a tolerar la frustración cuando comete errores y a que su valía no depende solo de lo que hace, si no de quién es como persona, existe mucha más probabilidad de que el autoconcepto del niño, de cara a la adolescencia y la adultez, sea mucho más sólido y su autoestima se encuentre muy fortalecida, así como su resiliencia.

¿Qué pasa en la edad adulta con el complejo de inferioridad?

Si hemos crecido bajo el prisma del primer estilo de crianza, tendremos muchas probabilidades de desarrollar un complejo de inferioridad en nuestra etapa adulta llegando, incluso, a poder generar patologías mentales (ansiedad, fobias, etc.), a autoboicotearnos (“no voy a empezar a estudiar, total, si voy a suspender igual porque no soy capaz”) y a generar lo que denominamos profecía autocumplida: si alguien no se cree capaz de alcanzar ciertos logros, se comportará como si realmente no pudiera hacerlo (se pondría muy nervioso, le dará un ataque de pánico…).

complejo-de-inferioridad

Sin embargo, cuando tenga que sacar una conclusión respecto a lo que ha sucedido, no será que estaba demasiado ansioso para aprobar el examen de conducir, si no que nunca va a ser capaz de hacerlo debido a que no tiene las habilidades suficientes.

¿Cómo lo soluciono si tengo complejo de inferioridad?

En la gran mayoría de situaciones, es imprescindible buscar ayuda psicológica. No obstante, es importante tener en cuenta que no es suficiente con repetirse frases positivas delante del espejo o cambiar la forma de pensar.

Muchas veces, el origen del sufrimiento es mucho más complejo y se encuentra debajo de la punta del iceberg, por lo que será necesario profundizar en alguna de las creencias que hemos resaltado anteriormente.

De lo contrario, es probable que pueda mejorar ligeramente el síntoma respecto a una cualidad específica, pero la sensación de tener baja autoestima y el sentimiento de inferioridad generalizado seguirán latentes interfiriendo en otras muchas áreas.

 

SI QUIERE SABER MÁS DE CÓMO SUPERAR EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD, ENTRA EN ESTE ARTÍCULO

PUEDES LEER TODOS NUESTROS ARTÍCULOS SOBRE LAS DIFERENTES TERAPIAS PSICOLÓGICAS EN LAS QUE TE PUEDES BENEFICIAR

SI TE HA GUSTADO ÉSTE ARTÍCULO, AYÚDANOS Y COMPÁRTELO EN TUS REDES SOCIALES

  Autora: Beatriz Gil Torres

Compartidos
Compartir esto
icono whatsapp