El resentimiento como emoción
El resentimiento
Qué es el resentimiento
Para poder hablar del resentimiento, sería curioso analizar el término y cómo éste guarda una estrecha relación con su significado. La palabra resentimiento es fruto de la suma de tres vocablos latinos: el prefijo “re-“, que es sinónimo de “repetición”; el verbo “sentiré”, que es equivalente a “sentir”, y el sufijo “–miento”, que puede traducirse como “medio”. Así podemos ver como el significado viene a decirnos que el resentimiento es la repetición del sentir como medio para abordar situaciones.
Qué significa resentido o sentirse resentido.
El resentimiento implica una carga emocional elevada que incluye enfado, hostilidad o ira por la actuación concreta de una persona hacia la persona resentida. El resentimiento se puede ver reflejado en diferentes actitudes o sentimientos dependiendo de la experiencia vivida y el vínculo que se tiene con la otra persona, como pueden ser incapacidad para perdonar, hostilidad o enfurecimiento.
El resentimiento es la continuación de un sentimiento negativo que no se ha resuelto en el momento. Las situaciones que lo provocan implican que se nos haya negado algo que creímos que nos merecíamos, un apoyo o atención que necesitábamos o nos han tratado de manera injusta a nuestro juicio.
Si no somos capaces de solucionar esto en el momento, nos sentimos ofendidos y en nosotros empieza a crecer una sensación de injusticia que se acompaña y alimenta de los sentimientos negativos como el enfado, la ira, impotencia y hostilidad.
Que ocurre cuando esto pasa, que cuando volvemos a encontrarnos a esta persona resentida, la podemos agredir verbalmente, intentar devolver de alguna forma el daño que nos hizo, según nuestra percepción. Parece que en la persona resentida se apodera un monstruo que actúa por él y como resultado negativo, esto puedo provocar la pérdida una relación importante para la persona, o puede hacer que cada vez que se encuentre con esta persona, por ejemplo, con nuestro jefe, conecte con el resentimiento, pero sin mostrar nada, que puede provocar explosiones o agravamiento importante del bienestar personal a largo plazo.
Personas con resentimiento. Qué significa resentido
Lo que está claro es que, para que una persona sienta el resentimiento, ésta se ha tenido que sentir herida, maltratada o abandonada por otra, causando un dolor elevado y difícil de manejar que permanece en el tiempo sin resolución satisfactoria. La sensación generada en el momento se vuelve a dar cada vez que pensamos sobre lo ocurrido o tratamos con a persona, o lo que es lo mismo re-sentimos como modo de afrontar la situación no resulta.
Cuando esto ocurre, estas sensaciones nos invaden y nos dificultan el abordaje de la situación, ya que pasado un tiempo tendemos a exagerar y a desproporcionar la magnitud de los hechos. Es común que intentemos bajar el interés por esta persona o quitarle importancia, evitarla, pero esto no soluciona la sensación de frustración, rabia o dolor que sentimos de lo nos ofendió tanto, que además cuando permanece en el tiempo su vuelve tóxico para nosotros.
Entre las consecuencias más habituales de estar resentido, podemos encontrar una elevada sensibilidad ante la presencia de ciertas personas o hechos y situaciones concretos, mostrarse nervioso/a, presentar dificultades para establecer nuevas relaciones dada la desconfianza generada hacía los demás y sentirse menospreciado en el ámbito familiar, social o laboral. Esto sucede cuando el resentimiento no se elabora y se acumula en el tiempo. Nos vemos con muchas dificultades de olvidar, comprender o resolver cada vez más situaciones.
Así que, antes de llegar a estas consecuencias, nos conviene parar, pensar sobre ello y lo que podemos necesitar para resolver el malestar. El resentimiento es una emoción, y por ello podemos buscar cómo abordarlo como una emoción más. Debemos identificar cuál es la causa de su aparición, esto nos ayudaría a entender que cosas de nuestra persona se han visto involucradas y nos ayuda a empezar a dibujar el camino para su regulación.
Este proceso no siempre es fácil, cuando nos sentimos dañados nos cuesta ver qué parte nos corresponde a nosotros desde nuestros mecanismos ya aprendidos, o qué dificultades presentamos para su abordaje. Por este motivo se recomienda acudir a terapia, ya que con la ayuda de un profesional podemos llegar a entender nuestro funcionamiento, cómo podemos regular nuestras emociones y lo que necesitamos para resolver las situaciones concretas.
Por todo lo explicado, la mejor manera de evitar que aparezca el resentimiento o estar resentido, es aprender a regular las emociones implicadas y adquirir estrategias de afrontamiento para prevenir su aparición o en caso de producirse, saber qué hacer para resolver la situación en el momento y que no genere resentimiento.
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Autora: Elsa García
