Diferencia entre abuso sexual y violación, desde la psicología

DIFERENCIA ENTRE ABUSO SEXUAL Y VIOLACIÓN EN ADULTOS

 
Las agresiones sexuales en España están aumentado y pese a que según datos de la UE Europea somos uno de los países con menos delitos por agresión sexual, estamos muy lejos aún de poder erradicar esta lacra social. Únicamente se registran los casos que se denuncian, por lo que no podemos considerar que esos datos sean positivos ya que sabemos que en España hay muchas agresiones que no se denuncian.

En los últimos años, los medios de comunicación están dando visibilidad a estos hechos y con mucha frecuencia escuchamos noticias de esta índole. Esta repercusión, ha hecho que muchas mujeres hayan sido capaces de contar su historia, de decir que a ellas también las violaron, que a ellas también las agredieron sexualmente.

La conciencia social del problema está creciendo y a raíz de sentencias como la ocurrida con el caso de “la manada”, los ciudadanos están exigiendo la información sobre qué es un abuso sexual y qué es una violación.

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Definición de abuso sexual y de violación en adultos

Tanto en abuso sexual como la violación, están tipificadas como delitos de agresión sexual y condenadas por la ley en España, cada una de ellas es definida como:

  • Violación: «delito que consiste en tener relaciones con una persona sin su consentimiento, o con su consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza». La violación requiere que haya una penetración, ya sea vaginal, oral o anal. La penetración, no tiene que ser, necesariamente, con unos genitales masculinos, sino que puede haberse dado también con objetos, o con otras partes del cuerpo.

  •  Abuso sexual: “No tiene por qué haber penetración y, además, no suele conllevar una violencia física o una amenaza real. La agresión sexual hace más referencia a un atentado contra la libertad sexual, pero sin ningún tipo de violencia o intimidación para que se produzca este atentado.”

Una vez que leemos las definiciones y pensamos en cualquiera de los casos que escuchamos de personas tanto cercanas como en los medios de comunicación, nos damos cuenta de que, desde un punto de vista legal, las diferencias son de matices, de interpretaciones acerca de las reacciones de la victima ante lo que está ocurriendo, de las valoraciones que se hagan de los hechos, etc.

Pero desde un punto de vista psicológico, es muy importante, a la hora de realizar un informe pericial, una valoración psicológica, tener una serie de reacciones a nivel cerebral que pueden marcar la diferencia entre uno y otro.

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Diferencias entre violación y agresión sexual

Teniendo en cuenta las definiciones anteriores, la diferencia entre abuso sexual y violación tendría que ver con la violencia ejercida, para poder lleva a cabo el acto de agresión. Sin embargo, desde un punto de vista psicológico, es importante explicar reacciones fisiológicas que ocurren en la víctima y que en muchas ocasiones le impiden poder reaccionar, defenderse y comunicarse verbalmente para decir que no consiente lo que está ocurriendo.

Cuando sentimos cualquier tipo de amenaza, ya sea una mirada intimidatoria, un insulto o violencia física, se activa. Esta activación envía desde el cerebro una serie de mensajes hacia nuestro cuerpo, que nos alertan y nos hacen reaccionar, como les ocurre a muchas otras especies animales, para defendernos de la amenaza que estamos sufriendo ya sea enfrentándonos o huyendo. Esta respuesta es defensiva e involuntaria ocurre en las zonas del cerebro encargadas de regular nuestras emociones y ayudarnos a tomar decisiones.

Si el organismo percibe que la amenaza es muy grave, que está en riesgo su supervivencia, que no puede hacer frente a la agresión bien por tamaño, por fuerza o por número. Las zonas del cerebro que se encuentran muy activadas por el miedo y que a su vez nos ayudan a defendernos pueden anularse, no pudiendo la persona defenderse ni huir.

El cerebro se desconecta para protegerse, para no ser consciente del sufrimiento que está padeciendo en ese momento y para proteger su vida. La persona está en ese lugar solo física y parcialmente, pero bloqueada, no puede reaccionar, se colapsa. En este momento el sistema nervioso a través del cerebro se anestesia a sí mismo porque no puede con lo que le está sucediendo en ese momento.

Otra de las formas en las que el cerebro se defiende es adoptando una conducta de sumisión. La persona no decide, no es una reacción racional sino instintiva de nuestro sistema nervioso. Se trata de sobrevivir, de salir viva de esa situación y el cuerpo funciona en modo automático, sin voluntad de decisión por parte de la persona. No tiene capacidad para reflexionar, ni para decidir, el sistema nervioso es el que valora y decide por la persona.

En estos casos la persona también está diciendo que no, que no quiere seguir adelante con lo que está ocurriendo, que no consiente la relación sexual, sin embargo, no puede verbalizarlo debido al bloqueo y no puede responsabilizarse de actuar o no, porque su cerebro se ha “desconectado”, la capacidad de toma de decisiones se encuentra anulada.

El sistema nervioso aquí, se ha encargado de valorar la supervivencia de la persona y ante una amenaza a la que no puede hacer frente o de la que sabe que no puede salir con vida, decide actuar de esta forma, haciendo todo lo posible para que la persona pueda sobrevivir a la situación.

Es fundamental tener esto en cuenta, para poder diferenciar un abuso de una violación. La falta de respuesta por parte de la víctima no debe ser un condicionante a la hora de tomar decisiones judiciales, porque ocurren reacciones a nivel cerebral que pueden impedir estas reacciones y en estos casos tampoco se está consintiendo la relación sexual. Únicamente, cuando una persona dice sí, es una relación sexual consentida, todo lo demás no.

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Autora: Oceanía Martín
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