Depresión, tratamiento desde la terapia Gestalt

Terapia Gestalt características

Tratamiento de la depresión desde la perspectiva Gestáltica

Breve introducción de la terapia Gestalt

Para entender la perspectiva particular de la terapia gestalt es conveniente mencionar las bases y valores sobre los que se sostiene. Así pues, desde el enfoque gestalt se trabaja en el momento presente para reparar el pasado y así identificar aquellos aspectos que pudieron quedar inconclusos o pendientes y que dificultan el llevar una vida plena en el aquí y ahora.

 

Se apoya tanto en recursos verbales como no verbales, basados en el cuerpo, el contacto y la relación terapéutica.

 Qué es la depresión

Desde el enfoque psicopatológico de los manuales diagnósticos predominantes, el episodio depresivo se caracteriza por la presencia de cinco o más de los siguientes síntomas, presentes durante al menos dos semanas que generan un cambio respecto al funcionamiento previo de la persona.

Al menos uno de esos síntomas tiene que ser el primero o segundo que ahora presentaremos de manera resumida:

 

  • Estado de ánimo deprimido.
  • Disminución o ausencia de interés por las tareas que antes sí lo suscitaban.
  • Pérdida o aumento de peso, sin cambio dietético asociado.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Agitación o retraso psicomotor.
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimiento de inutilidad o culpa.
  • Disminución de la capacidad para concentrarse y/o tomar decisiones. Presencia de pensamientos de muerte o ideas suicidas.
depresión y gestalt

Cabe aclarar que el objetivo de este artículo no es una descripción de la patología, sino aportar una referencia sobre la sintomatología con la intención de presentar el punto de vista gestáltico al respecto.

Para información precisa y detallada acerca del diagnóstico se puede acceder a los organismos oficiales (APA y OMS) y a sus manuales diagnósticos (DSM 5 y CIE-11, respectivamente), y por supuesto, contactar con un profesional de salud mental.

Psicopatología y Depresión desde la Psicoterapia Gestalt

A partir de la descripción fenomenológica de los síntomas asociados al episodio depresivo se puede desprender un enfoque individualista de la depresión, es decir, el peso se coloca únicamente en el individuo y no tiene en cuenta su interacción con el entorno.

Desde la óptica gestáltica en este sufrimiento juegan un papel fundamental los agentes externos con los que el individuo contacta, el contexto y la relación con el mismo.

Se entiende la psicopatología como el sufrimiento derivado de la interacción entre el individuo y su entorno, no siendo posible comprender su funcionamiento como elementos separados.

En el caso concreto de la depresión, es comprendida cómo una incapacidad del individuo a la hora de contactar con aquello que necesita momento a momento. Este contacto tiene en

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cuenta la totalidad, que incluye tanto el contacto con uno mismo como el contacto con el otro o el contexto en el que la persona se relaciona.

Al darse una interrupción en ese contacto, el individuo se queda en estado de carencia y sin los recursos adecuados para obtener lo que necesita, por lo que la tendencia puede ir dirigida a perpetuar ese déficit y hacerlo más grande.

Un ejemplo puede ser una persona que necesitando el contacto con sus iguales no dispone de los recursos necesarios para relacionarse adecuadamente.

El sentirse incapaz puede hacer que esta persona se retire, dificultando el acceso a aquello que necesita, que no es otra cosa que el contacto con otros. De esta manera es fácil que la persona entre en un bucle en el que no contacta porque no puede y su respuesta le aleja todavía más del contacto, perpetuando el mecanismo y dando como resultado más ausencia de contacto.

Otro punto fundamental para entender la depresión desde la mirada gestáltica tiene que ver con la sintomatología.

Como hemos visto, el estado de ánimo depresivo o la falta de interés son necesarios para poder diagnosticar el episodio depresivo.

Desde esta orientación se pone en relevancia la incapacidad de la persona para contactar con sus emociones, no tanto un estado de tristeza profundo y crónico.

De hecho, la persona que se permite contactar con su tristeza es difícil que desarrolle depresión. El apoyo teórico a este apunte tiene que ver con la regulación organísmica en la que se basa la teoría gestáltica.

Según ésta, una persona que es capaz de contactar con sus emociones en el momento presente, no se quedará enganchada en ellas y por tanto podrá adaptarse a los avatares diarios de manera sana y regulada.

Sin embargo, la persona que no puede, no sabe o tiene un bloqueo a la hora de contactar con sus emociones, tiene más riesgo de quedarse enganchada en ellas, y a la larga, que dicho enganche genere un episodio depresivo, como veíamos en el ejemplo anterior y el bucle del no contacto.

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Cómo se aborda la depresión desde la Psicoterapia Gestalt

Los valores en los que se basa la intervención son el momento presente, la atención plena y la responsabilidad.  A nivel genérico, el abordaje podría ser el siguiente:

  • Abordar todo aquello que ocurra en el momento presente, el aquí y ahora.
  • Fomentar una atención plena para poder acompañar a la persona hacia el darse cuenta de lo que está ocurriendo y de su funcionamiento, tanto consigo mismo como con los otros.
  • Llevar a cabo un acompañamiento en el que dar las condiciones necesarias para que la persona pueda ir haciéndose cargo de su vida al ritmo que necesite, que pueda hacerse responsable de aquello que le genera malestar para poder regularse de manera sana y autónoma.

En el caso concreto de la depresión:

  • A nivel cognitivo, abordar y cuestionar los pensamientos asociados al episodio depresivo. Poder atenderlos desde el momento presente, fomentar la toma de conciencia de la función que cumplen e integrar una nueva manera de relacionarse con ellos.
  • A nivel conductual, acompañar en el hacerse cargo de su parte, fomentando la responsabilidad que la persona tiene sobre su vida, siendo parte activa y protagonista de la misma.
  • A nivel emocional, permitir el contacto con las emociones momento a momento, desde la identificación inicial de las mismas hasta la gestión sana y regulada una vez que aparezcan.
  • A nivel relacional, el aprendizaje de una manera de relacionarse consigo mismo y con otros alternativa, apoyada y acompañada por la relación terapéutica y el vínculo reparador que ésta pueda generar.

 

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Autor: Manuel Valdés

 

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