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Depresión Encubierta

DEPRESIÓN ENCUBIERTA ¿CÓMO DETECTARLA?

¿Qué es la depresión encubierta?

Debido a la conciencia social que se está tomando en los últimos años acerca de las enfermedades mentales y principalmente de los trastornos del estado de ánimo, cada vez existe más información al alcance de todos, no solo de profesionales, de enfermedades como la depresión.

No nos referimos a la expresión común de “estoy deprimido” que cada vez es más escuchada y se suele corresponder con un momento puntual de sentimiento de tristeza o decaimiento, sino con algo mucho más. Las personas que padecen depresión sufren una tristeza patológica, una falta de motivación e interés, irritabilidad, cansancio extremo, disminución de sus capacidades cognitivas, etc. Síntomas que afectan a su vida cotidiana en todos sus ámbitos.

Con todos los síntomas comentados anteriormente, hay personas que son capaces de esconderlos, dentro de la llamada “depresión encubierta”. Te puede estar ocurriendo a ti o a alguien de tu entorno y se puede llevar una vida aparente normal y/o funcional, con trabajo, familia, amistades, pero en la persona existen una serie de cambios, de indicadores silenciosos y muy sutiles para los que les rodean, que permiten su invisibilidad. Lo que la hace aún más peligrosa que cuando es visible, porque puede cronificarse debido a la ausencia de ayuda y de apoyo.

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¿Puede sufrir alguien una depresión y no saberlo?

La respuesta es que sí, que este tipo de depresión puede permanecer oculta de forma consciente, para evitar el rechazo social, por creencias adquiridas principalmente en el ámbito familiar, en que la tristeza es rechazada, se ve a alguien que sufre depresión, como alguien débil, como una persona que no es capaz, etc.
En los casos en los que se hace de una forma más inconsciente, la persona tiene pensamientos relacionados con que es algo pasajero, que es mejor no preocupar a los demás con sus problemas, que bastante tienen con los suyos, piensan que ellos solos pueden y no pueden permitirse ver la llamada de atención de que tanto física como mentalmente necesitan ayudan y que no hay nada malo en ello.  

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¿Qué síntomas tiene la depresión encubierta?

Como su propio nombre indica, no es visible, hay que observar detalles, conductas que se prolongan en el tiempo y que pueden ser imperceptibles para muchas personas, como, por ejemplo:

  • Disponibilidad y positivismo: Se muestran accesibles para los demás, dispuestos a ayudar, a escuchar, a dar consejos, ánimos, si les preguntamos como están siempre estarán bien, nunca tienen preocupaciones. Están más centrados en los demás que en ellos mismos, en lo que les ocurre a los otros, en sus problemas, en sus inquietudes. De esta forma evitan ser el centro de atención, ser preguntados y que tanto los demás como ellos mismos puedan ser conscientes de lo que les está ocurriendo.
  • Centrados en la actividad: Su trabajo, realizar deportes, actividades con familia y amigos, todo aquello que les mantenga ocupados y les ayude a “evitar sentir” es una prioridad para ellos. Mientras más tiempo pasan centrados en la actividad, menos pasan siendo conscientes de todos los síntomas y sufriendo conscientemente (los síntomas existen, aunque los intenten silenciar), mantenerse activos ayuda a mantener esa máscara. A su vez, este papel no lo pueden hacer todo el tiempo, porque les resulta agotador, por lo que también tendrán un buen repertorio de excusas, para estar en soledad, sin que los demás lo sepan y sin preocuparles con su padecimiento.
  • Hábitos de sueño: Los problemas relacionados tanto con la conciliación, como con el mantenimiento y sueño reparador son comunes en este tipo de enfermedad y un indicador de salud, de que algo no va bien.
  • Hábitos alimenticios: Cada vez se escucha más la expresión “comer emocional” pueden aumentar la ingesta de comida para intentar llenar el vacío emocional que siente, algo que suele tener una recompensa inmediata, aunque poco duradera, lo que puede desencadenar en un bucle, que muchos casos termina con un desarrollo paralelo de un trastorno de conducta alimentaria.
  • Aumento del consumo de alcohol: Puede aumentar la ingesta de bebidas alcohólicas, sobre todo en eventos sociales, para ahogar su tristeza.
  • Motivación: Actividades que antes resultaban satisfactorias pierden su atractivo, ya no resultan placenteras y en ese hacer que comentábamos anteriormente, la persona se desgastará probando cualquier otra y buscando esa satisfacción, esa alegría que está perdiendo.

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¿Qué se puede hacer?

Ante cualquier indicio de que algo no va bien, hablar con alguien cercano, alguien de nuestra confianza y contarle como nos sentimos, siendo muy probable, que su apoyo, su aceptación y su ayuda te sorprenda gratamente. Romper esa barrera de vergüenza y culpa suele ser difícil, y en muchas ocasiones cuesta menos pedir directamente ayuda profesional, que contárselo a familiares y/o amigos.

No te machaques diciéndote a ti mismo frases de tipo: “es una tontería”, “yo no estoy loco, no necesito un psicólogo” “se me va a pasar, mientras menos lo pienso antes se irá” “¿qué pensarán de mi si se enteran?”, etc.
 

No te cuestiones y pide ayuda profesional, pregúntale todas las dudas, permítete un espacio para poder contar lo que te ocurre sin sentirte juzgado y sobre todo donde estarás acompañado y formarás equipo para poder ponerle solución a la depresión. Te permitirá conocerte mejor, trabajar de forma conjunta para no tener que fingir más que disfrutas de tu vida y poder disfrutar de ella de verdad.

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Autora: Oceanía Martín Recio

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