• Causas genéticas: predisponen a padecer distimia o depresión, pero esto no quiere decir que por tener personas en nuestra familia que hayan padecido estos problemas, nosotros tengamos que desarrollarlos.

• Bioquímica cerebral: si existe alteración en los neurotransmisores del cerebro, se producen diferentes emociones y enfermedades como la distimia. Tanto la psicoterapia como los fármacos actúan en la bioquímica del cerebro, si bien estos últimos de manera más directa, pero también pueden tener efectos secundarios que deben ser controlados por un psiquiatra.

• Factor ambiental: el ser humano en bio-psico-social, y es por ello que las causas de la distimia estás interrelacionadas. No podemos olvidarnos del ambiente cuando hablamos de problemas humanos. En los factores ambientales podemos encontrar:

  • Una falla en la “alegría familiar”. Si la persona ha crecido en ambientes tendentes a la tristeza, a la culpa, a la falta de alegría o entusiasmo por la vida, es probable que la persona acabe desarrollando emociones como la rabia, la tristeza o la culpa. Estas emociones, si no son gestionadas, pueden derivar en problemas más graves, como la distimia.

  • Traumas del pasado: situaciones pasadas traumáticas que la persona no ha podido gestionar, ha reprimido o no ha enfrentado. En ocasiones, traumas pasados han tenido que ser escondidos en la mente porque la persona no disponía de recursos para enfrentarlos, o tenía que solucionar problemas de la vida cotidiana que no le dejaban tiempo para resolver el trauma. Quizás las situaciones fueran tan activadoras emocionalmente que gestionarlas era imposible y no se disponía de la ayuda suficiente para hacerlo. Sea como fuere, el trauma no resuelto deja huellas, y una de ellas es la distimia.

  • Problemas relacionales en la infancia: los problemas infantiles, especialmente aquellos relacionados con las figuras de apego, suelen dejar problemas en los adultos.

• Pocas habilidades para gestionar problemas: cuando la problema no tiene recursos reales o habilidades para gestionar aquello que le produce estrés, tristeza o ansiedad, puede entrar en lo que se conoce como “indefensión aprendida”, esto es, la incapacidad de ponerle remedio a aquello que se considera nocivo para la persona. Si la persona entra en indefensión aprendida, es probable que desarrolle distimia o depresión.

• Alto estrés: la sociedad puede ser una gran productora de infelicidad. Desde un consumismo excesivo que no podemos frenar a exigencias diarias desbordantes. Una vida alejada del descanso, de la conexión con uno mismo genera ansiedad y tristeza permanente.

• Situaciones generadoras de tristeza: muertes, accidentes, pobreza, paro, crisis, catástrofes, pocas redes familiares, amistades, sociales o de ayuda, soledad, etc. pueden generar una tristeza constante y duradera, que puede derivar en distimia.

Tratamiento para superar la distimia. Psicólogo Madrid
 

Si piensas que sufres distimia pide ayuda puesto que si la distimia no tratada puede derivar en depresión. En Cepsim ofrecemos tratamientos personalizados para las necesidades y las historias de cada uno de nuestros pacientes.

En el caso de la distimia, el tratamiento puede basarse en:

• Terapia Psicoanalítica o psicodinámica: donde se entenderán las dinámicas de la historia y de la mente del paciente, cómo se ha ido formando el problema, qué fue lo que quedó sin resolver o los conflictos inconscientes reprimidos. A través de estar terapia el paciente se irá liberando de sus síntomas al ir descubriendo y uniendo las causas más profundas de su distimia.

• Terapia IFS, o terapia de los sistemas de la familia interna: A través de esta teoría se van conociendo las “partes” que forman la mente de la persona, por qué necesitan estar ahí y cuál es su función. Uno de los objetivos es la unificación y el entendimiento de la mente de la persona para resolver los conflictos que generan la distimia.

• Terapia EMDR. Es una de las terapias más recomendadas en caso de trauma. En ella el terapeuta recogerá los hechos más traumáticos de la vida de la persona con el fin de gestionarlos a través de la técnica del EMDR.

• Hipnoterapia: se entrará con el paciente en un trance profundo donde se podrán trabajar aspectos que generan la distimia.

• Terapia Gestalt: terapia humanista donde se trabajarán la expresión de las emociones, los conflictos y las situaciones no resueltas de la persona.

• Terapia Sensoriomotriz: el objetivo de esta terapia es trabajar el trauma a través del cuerpo. Los traumas que vivimos dejan una huella en nuestro cuerpo que, de ser solo trabajados a nivel cognitivo, no acabarán de sanarse. El trabajo con el cuerpo es fundamental en la distimia.

• Terapia de Compasión: cuando la persona no acepta su persona, su vida o la distimia, trabajar la compasión por ella misma se convierte en algo casi fundamental para poder abordar el problema.

• Mindfulness: indicado en la distimia para poder liberarse de los pensamientos depresivos y en general, liberar a la mente.

• Trabajo en solución de problemas: cuando la persona no tiene recursos suficientes o no ha aprendido a enfrentarse a los problemas de la vida, la terapia de solución de problemas es adecuada.

• Terapia Cognitivo-Conductual: se reestructuran pensamientos y esquemas distorsionados al tiempo que se le ayuda a la persona a generar nuevas conductas de activación para mitigar la sensación de tristeza e incapacidad.

El tratamiento psicológico puede acompañarse de actividades activadoras y placenteras, una alimentación sana y ejercicio moderado para que la persona aumente su calidad de vida y su autocuidado. Ayudar a la persona a encontrar redes sociales y objetivos vitales también ayudan a mitigar la sintomatología de la distimia.

En Cepsim Madrid estamos comprometidos con el bienestar de nuestros pacientes. Es por ello que nuestros tratamientos son individualizados. Contamos con diferentes psicólogos especializados en diferentes ámbitos, que acomodarán sus conocimientos a la persona que acude a consulta, para ayudarle de la manera más eficaz.

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