Sobre el arte y su importancia en la salud mental

Trabajo del Arte en Salud Mental

Mejorar la Salud Mental a Través del Arte

El arte puede ser enormemente beneficioso para nuestra salud física, psicológica y social. Un estudio recogía cómo durante el periodo de mayor difusión de la canción 1-800-273-8255 aumentaron notablemente las llamadas a la línea de prevención del suicidio en Estados Unidos, cuyo número da nombre el tema.

 

Durante este mismo periodo de tiempo se observó una reducción en el número de actos suicidas. Los investigadores de dicho estudio destacan como algo relevante que el mensaje de la canción hace hincapié en la esperanza y la resiliencia.

Arte, salud mental y psicología

Y es que la humanidad siempre ha contado historias que nos permitieran dar un significado al mundo. La expresión artística se ha desarrollado junto con el ser humano y sus culturas. Forma parte de cómo educamos, nos comunicamos y sanamos.

El mito del arte como forma de sanación ha estado presente a lo largo de nuestra historia en diversas culturas. Pitágoras utilizaba la música como forma de curar a sus discípulos enfermos.

Les cantaba para calmar el miedo, las preocupaciones y la ira. Los egipcios también utilizaban la música para curar ciertas dolencias en las casas de salud de los templos.

Incluso está documentado como determinados grupos de monjes empleaban las vibraciones de sus instrumentos de viento y tambores, durante semanas enteras sin interrupción, para tranquilizar y sanar enfermos.

Más populares son las Variaciones Goldberg que compuso Bach, a petición de un noble de la época, para lidiar con sus problemas de salud e insomnio.

Es única la manera en la que arte nos ayuda a comprender y comunicar determinadas ideas y emociones a través de los sentidos y nuestra capacidad empática.

Nos anima a explorar el mundo a través de nuestra parte emotiva y creativa. Cuando estamos en contacto con una obra artística, del tipo que sea, música, danza, literatura pintura ,… vamos a tratar de comprenderla y de interpretar lo que nos quiere trasmitir.

Conocido es el Síndrome de Stendhal, un conjunto de reacciones del cuerpo como aceleración del ritmo cardiaco, vértigo, palpitaciones o confusión desencadenadas por la apreciación de una belleza extrema.

Toma su nombre del primer autor que lo describió, al relatar lo que le produje contemplar la basílica de la Santa Cruz de Florencia.

A día de hoy la mayoría de nosotros estamos tiranizados por una forma de mirar lógica y racional alejada de la intuición.

Los neurólogos ubican esta manera de procesar lo que nos sucede en nuestro hemisferio izquierdo.

Nuestro cerebro se divide en dos hemisferios, izquierdo y derecho, tan sólo unidos por un conjunto de fibras nerviosas denominado cuerpo calloso. Cada uno de estos hemisferios procesa la información de manera muy diferente.

Freud inhibición síntoma y angustia

El hemisferio izquierdo es el más intelectual, se le da bien memorizar, hacer operaciones matemáticas, analizar y organizar.

Nos ayuda a controlar e inhibir emociones.

Es obediente y se rige por normas, leyes y protocolos.

Y le encanta etiquetar con palabras todo lo que percibe, pero le cuesta mucho percibir los matices que se encuentran entre el blanco y el negro.

Cerebro y arte

El hemisferio derecho es el más vinculado a la experiencia sensorial y a lo que no se puede expresar con palabras.

No permite dar significado, interpretar señales y comprender metáforas. Nos conecta con las emociones y la espiritualidad, permitiéndonos sentir lo cualitativo.

No tiene sentido del tiempo, sólo está en el presente. Y es experto en relacionarse con los demás, pues es empático y compasivo.

Los dos hemisferios actúan a la vez y ninguno es más importante que el otro. El reto es encontrar el equilibrio. Y el arte nos ayuda a equilibrar el exceso de protagonismo del hemisferio izquierdo en el que nos encontramos sumergidos.

Una investigación publicada en BJM Open correlaciona el nivel de actividad cultural en una determinada zona con la salud de sus comunidades. Los distritos donde hay más participación cultural tienen mejores índices de salud, independientemente del nivel educativo y del estatus económico.

 

el arte y la Salud Mental

Teniendo en cuenta que uno de cada cuatro personas sufrirá un trastorno mental a lo largo de la vida, parece que es algo que merece la pena cultivar. Todos los estudios realizados indican que el arte y el trabajo artístico fortalecen la autoestima, la confianza en uno mismo, reduce el estrés y el nivel de ansiedad y ayuda a mejorar nuestra memoria y capacidad de concentración.

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Autora: Ana de La Mata

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