• Vaginismo: este trastorno sexual, poco frecuente, se caracteriza por un espasmo condicionado de la entrada vaginal. La vagina se cierra involuntariamente cuando se intenta la penetración, lo cual impide, por lo tanto, el coito. Por otra parte, las mujeres con vaginismo suelen ser capaces de responder sexualmente y alcanzar el orgasmo con estimulación clitorídea.

• Anestesia sexual o falta de deseo sexual: la padecen las mujeres que manifiestan que “no sienten nada” cuando se las estimula sexualmente, aunque puede que disfruten con el calor y el gusto del contacto físico. La estimulación clitorídea no evoca sentimientos eróticos sino que solo se experimentan sensaciones de contacto y apenas se puede decir si el pene ha entrado o no en su vagina.

• Trastornos del deseo sexual: que puede ser deseo sexual disminuido, inhibido o sentir aversión sexual. La mujeres que lo padecen tienen poco interés por la estimulación sexual aunque conservan su capacidad para excitarse sexualmente y lograr un orgasmo si su pareja la estimula adecuadamente. Las causas psicológicas más frecuentes son: depresión, estrés, dependencia, alcoholismo, ortodoxia religiosa, alteraciones de personalidad, temor al embarazo, antecedente de abuso sexual, etc.

• Otro de los trastornos sexuales femeninos pueden ser la dispareunia que es cuando se sufre dolor en el coito.

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