Los mecanismos de defensa: la proyección

Los mecanismos de defensa de la proyección

Qué son los mecanismos de defensa

El principal objetivo de los seres humanos es la supervivencia, para ello es necesario crear y mantener una serie de características internas y externas. Por las condiciones ambientales, sociales y personales estas características se ven constantemente amenazadas, por lo que necesitamos de una serie de mecanismos concretos para afrontar los desafíos presentados. Existen muchos tipos de mecanismos que nos ayudan a resistir y avanzar para lograr un bienestar general.

En esta ocasión vamos a profundizar en los mecanismos de defensa psicológicos que están detrás de las proyecciones. Para ello, vamos a ver que es, porqué se da y de qué sirve una proyección.

Los seres humanos nos construimos y evolucionamos a través del desarrollo de la capacidad de diferenciar (a nosotros mismos de los demás y lo que pasa con los otros entre ellos), de elegir y de actuar para satisfacer primero nuestras necesidades primarias y de allí pasar a las secundarias, en definitiva, buscamos un equilibrio que nos proporcione bienestar general.
 

LA PROYECCION COMO MECANISMO DE DEFENSA

Todo es posible gracias al intercambio constante entre uno mismo y el ambiente externo, ya que es en esta interacción donde nos organizamos para encontrarnos bien, pero al mismo tiempo es donde aparecen los posibles conflictos, y eso se da cuando la realidad de la interacción se ve distorsionada por el sujeto. Uno de los ejemplos de este tipo de distorsión es la proyección utilizada como mecanismo de defensa.

¿Qué es el mecanismo de defensa psicológico de la proyección?

La proyección es uno de los mecanismos de defensas que utilizamos para defendernos de las amenazas externas, atribuyendo la responsabilidad de nuestros rasgos, sentimientos y/o conductas al otro (persona o ambiente). La persona culpa de lo que le pasa al otro, pensando que lo malo o lo que genera malestar viene del ambiente hacia uno mismo, en lugar de ver que la responsabilidad recae en él/ella, y de que se trata de algo propio e interno.

Es un mecanismo natural que funciona como barrera con el objetivo de reducir el sufrimiento y ambivalencia que hacen perder la homeostasis. Por desgracia se trata de una manera disfuncional de defendernos, ya que esta manera no permite resolver la situación conflictiva.

¿Cómo se construye el sujeto a través del ambiente y cómo está presente la proyección?
Al igual que necesitamos de la alimentación para nuestro crecimiento fisiológico, necesitamos del ambiente para construirnos y confirmarnos como personas pertenecientes a una cultura, sociedad, etnia, etc.

LA PROYECCION COMO MECANISMO DE DEFENSA

Los procesos por lo que pasamos en ambas ocasiones, también son muy similares. Para el desarrollo fisiológico necesitamos digerir y asimilar los alimentos imprescindibles para nuestra supervivencia. Cuando la ingesta es por satisfacer esta necesidad básica, la persona ingiere porque está motivada para ello. Pero cuando comemos por alguna otra causa que no sea la expuesta, los alimentos no nos sientan igual y nos entran ganas de expulsarlos de nuestro interior.

Si reprimimos este deseo y finalmente no expulsamos los alimentos, éstos pueden llegar a intoxicarnos u otra consecuencia negativa para nosotros. Con la proyección muchas personas tienden a culpar a la comida por el malestar, en vez de asumir la responsabilidad de que uno mismo haya ingerido esta comida por un motivo diferente al habitual y si no lo hubiese hecho no tendría este problema.

Los mecanismos de defensa psicológicos operan de forma similar. En este caso habilidades, herramientas, patrones de conducta, valores éticos, morales, estéticos, etc. proceden del mundo exterior, más concreto de nuestro ambiente más próximo. Nosotros nos vemos en la obligación de asimilarlos como parte de nuestra personalidad para llegar a ser parte de la sociedad.

Pero si aceptamos todo sin una evaluación y crítica previa por educación, cumplimiento o cualquier otra causa, estas conductas, valores y formas nos pueden sentar como los alimentos que nos generan malestar y necesitan ser expulsados, continúan como extraños en nuestro cuerpo y no se asimilan del todo. En este caso la parte de la proyección sería una vez más coger una actitud pasiva ante el malestar y culpar el ambiente o a los demás, en vez de intentar cambiar la situación.

LA PROYECCION COMO MECANISMO DE DEFENSA

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La proyección como técnica defensiva

La proyección se convierte en una técnica para mantener el equilibrio de la mejor forma que cada uno ha aprendido y sabe hacer. A corto plazo nos puede ayudar a estar más tranquilos con las amenazas pensando que nos hemos liberado de éstas o de que características que nos inquietan no son nuestras, pero a largo plazo las cosas cambian.

Si siempre culpamos a los demás, los conflictos se van a repetir una y otra vez y no vamos a ser capaces de resolver las situaciones problemáticas. Esto irá generando frustración y negatividad permanente en nuestras relaciones con los demás y con el ambiente, generando un malestar e insatisfacción constante hacia el mundo. En casos extremos puede llegar a provocar una desorganización psicótica.

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Por lo general las proyecciones son características que nos son difíciles de aceptar como propias y tendemos a rechazar. Estas características, formas de pensar o conductas suelen tener carácter agresivo, sexual, persecutorio, etc. La proyección sirve para poder interrumpir estos impulsos.
Se pueden distinguir dos tipos de proyecciones: las positivas y las negativas.

  • Las negativas suelen ser aspectos o características negativas propias que uno no quiere aceptar y que también producen rechazo cuando las observamos en los demás, por lo que no me gustan de mí, no quiero aceptar como mías y las rechazo. Algunas proyecciones frecuentes de este tipo son los celos o los prejuicios de clase, de género, físicos, intelectuales, etc.

  • Las positivas son características que me gustan de los demás porque creo que no las tengo.

En cualquiera de los casos, el trabajo en terapia estaría orientado a que el paciente se responsabilice de la parte que le corresponde y a poder resolver con éxito las situaciones que generan conflicto o malestar, atribuyendo una visión y participación más realista y adecuada de uno mismo y de la sociedad, y una visión más auténtica de sí mismo para así aprender de los errores y disfrutar de los propios éxitos y relaciones.
 
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Autora proyecion: Mariela Georgieva
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